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Seguramente eran días llenos de ilusiones y también de nerviosismos. Todavía se veía lejos el día en que serían profesionales, sin embargo cuando llegó ese día todo pareció tan corto, que probablemente se dejaron tantas cosas sin hacer, sin decir, sin vivir. Por ello es que nos parece tan importante rescatar estos momentos tan personales, pero al mismo tiempo tan comunes para todos quienes nos formamos como diseñadores gráficos.
Así para graficar lo corto de nuestro período de formación profesional es que pasamos a una imagen de una finalización... (¿o de un comienzo?)

Un reencuentro con la emoción de algunos de los primeros profesionales titulados del IPRA en la década de los 80s